POR UN LADO EL MUNDO, POR OTRO LADO YO...
Las personas son complicadas, diferentes y muchas veces, difíciles de entender. Durante toda mi vida, cada día, aprendo más sobre eso.
No todos quieren lo mismo o esperan las mismas cosas de los demás. Algúnos son más exigéntes, presionan más y otros son más comprensivos y saben respetar los espacios. Puedo contar con mis dos manos a aquellos que realmente comprenden y saben respetar.
Aprendí que en ésta vida, no se puede esperar nada de nadie, hay que aprender a valerse por uno mismo y encontrar el equilibrio para relacionarse con los demás y las necesidades que otros tienen.
Tengo amigos cercanos que quiero y aprecio mucho. Sé que aunque sean pocas las veces al año que nos vemos por las responsablidades que cada uno tiene, siempre puedo contar con ellos porque, sin importar qué, me reciben con los brazos abiertos y la mejor actitud de todas. Agradezco por mis amigos.
Si bien mi pequeño círculo de amistades es de lo mejor que creo tener, a veces las cosas se complican. Como mencioné al principio de ésta publicación; las personas son complicadas. Sus actitudes dicen mucho de quiénes son.
El egoísmo y esa manía que muchos tienen de echarle la culpa a los demás por absolutamente todo, me cansa física y emocionalmente. Sobre todo cuando sabés perfectamente que no les fallaste, ni les fallarías nunca. Creo que hay mucha suceptibilidad en este mundo. Demasiada.
Siempre me pasaron éste tipo de cosas con los demás. Sobre todo porque las personas nunca quieren admitir sus propios errores y sus propias culpas y menos, pedir perdón por ello. Simplemente es más simple culpar a otros y empezar a tratarnos mal. Creen que tienen ése derecho y obviamente no tienen razón.
Te presionan hasta el punto de cansarte, de hacerte sentir mal y hacernos creer que tenemos la culpa de un fantasma de cosas que ellos mismos inventan. No lo entiendo y nunca lo voy a entender. La gente tendría que aprender a retractarse algunas veces.
Se ofenden por cosas que ellos solos crean, por situaciones que te hacen buscar en tu mente algo que hayas hecho mal. Lo peor es cuando no encontrás nada malo en tus propias acciones y te confunde la actitud que otros tienen para con uno mismo.
Es simplemente difícil cumplir las expectativas que los demás pretenden que cumplamos para ellos estar felíces. Es una actitud completamente egoísta.
¿Les digo la peor parte? Cuando influyen con sus opiniones ridículas y psicópatas sobre otros que te conocen un poco mejor y empiezan a dudar de lo que saben sobre vos. Y la secuencia comienza de nuevo; se ofenden y te tratan mal. ¿Sería mucho pedir que se tranquilizaran un poco?.
Soy una persona tolerante y comprensiva en algúnos aspectos y situaciones, pero en otras ya no, porque simplemente no tiene sentido alguno. Comprendo que algunos momentos repetitivos en la vida te llevan a cambiar actitudes y moldean partes de la personalidad, pero no porque una persona les hizo daño, el mundo entero es igual. Existen personas con buenos sentimientos todavía.
Sepan apreciar las buenas acciones de otros para con ustedes mismos y no exijan y/o presionen a los demás porque se les dá la gana. Respeten los espacios y tiempos, sean comprensivos. A veces simplemente no se puede lograr todo lo que quieren en el momento que quieren.
No me gustaría concluir diciendo que a veces uno nunca llega a conocer a quiénes nos rodean, pero en muchos casos es así. Los demás suelen mostrar su mejor lado y matenerse así por un largo tiempo, pero en cuando existe una mínima cosa que no les gusta, empieza el problema.
Hay dos opciones: Podés entender y tolerar todo el tiempo y ver buenos resultados, o darte cuenta que los demás no ceden, pese a lo que te esfuerces y las buenas intenciones que tengas, hasta llegar al punto de no aguantar más y desligarte de todo para dejar de procuparte por ciertas cosas que no tienen sentido. Últimamente estuve pensando mucho en la opción dos, pero si hay algo que tengo es esperanza de que las cosas cambien. Y espero así sea.
Abby.